FEATURE
11 de junio de 2019
Cuando las palabras no son suficientes, los profesores encuentran un idioma en común: el iPad
This feature is part of a series of stories spotlighting teachers and students using innovative technology in the classroom.
Una voz grita “Sabah-ul-khair” y un coro entusiasta responde el saludo.
Al inicio de cada clase de idiomas en la escuela diurna Wilhelm Ferdinand Schussler en Düsseldorf, Alemania, el profesor Nick Kyriakidis pide a un estudiante diferente que diga “buenos días” en su lengua materna. Esta mañana, como es frecuente, le tocó al árabe.
La diversidad en este salón es un reflejo del rostro cambiante de Alemania y Europa. En los últimos cinco años, la región ha sido testigo de la mayor afluencia de inmigrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Muchos han huido de la violencia y la guerra en el Medio Oriente, lo que representa un conjunto único de desafíos para los educadores, que no sólo se enfrentan a otros idiomas, sino a alfabetos completamente diferentes. En algunos casos, los recién llegados nunca habían entrado a un salón de clases.
Para Kyriakidis, de 47 años, y su colega Sinaan El Haq Hadjeri, de 31, que imparten la clase alternativamente en diferentes días, una de las herramientas más poderosas con las que cuentan para superar la brecha lingüística es el iPad.
“Los niños se van cuando tienen miedo a equivocarse”, comenta Kyriakidis. “Si tratamos de reducir ese miedo, es mucho más fácil para ellos trabajar porque no tienen nada que perder”.
“Con el iPad es diferente, ya que cuando escriben algo [en un papel], los califico con mi pluma roja y les digo ‘esto está mal’”, menciona Hadjeri. “[Con el iPad] ellos aprenden solos”.
De los aproximadamente 325 estudiantes de la escuela, que provienen de 39 países diferentes, alrededor del 20% son “Deutsch als Zweitsprache” (DAZ), que traducido significa que tienen el idioma “alemán como segunda lengua”. De los siete alumnos de la clase de hoy, cuatro son de Siria y los otros tres son de Afganistán, Irak y Kenia”.
Desde que la escuela implementó el programa denominado 1:1 iPad, en el que todos los estudiantes tienen acceso a su propio iPad, el 100% de los participantes se ha graduado, lo que representa un aumento de más del 20%. Los estudiantes de DAZ representan la diferencia más transformadora.
Este es el caso de Medina Ibrahim, de 13 años, y de su hermano Mohammed, de 16, que llegaron a Alemania con sus padres y sus dos hermanos menores. Su viaje desde Alepo, Siria, los llevó a través de Turquía antes de que la familia se estableciera en Düsseldorf.
Medina dice que cuando llegaron estaban muy solos porque no podían hablar ni una palabra de alemán y tenían problemas para hacer amigos.
Medina, su hermano y los otros estudiantes de esta clase han trabajado diariamente con sus iPad durante el último año, y han tomado una serie de lecciones que Kyriakidis creó con Keynote. Hoy en día, Medina estructura oraciones en el orden adecuado y utiliza Notas de voz para grabarlas en alemán en su iPad. Esto les da a ella y a los otros estudiantes la oportunidad de pronunciar palabras extranjeras por sí mismos, sin miedo a la vergüenza, y de trabajar a su propio ritmo.
Todas las escuelas de Europa están encontrando nuevas formas de utilizar la tecnología de Apple para ayudar a profesores y alumnos a conectarse y comunicarse.
“Quiero ser alguien que les dé cariño, que les enseñe y los inspire. Alguien que les ayude a conseguir sus metas”.
En el Colegio Daniel Argote de Pau, Francia, los estudiantes regresan a casa con una lección en video en su iPad grabada por el profesor. Al día siguiente hacen su tarea en clase. De esta manera, los alumnos cuyos padres no dominan el francés pueden ampliar su aprendizaje tanto dentro como fuera del salón de clases.
En la escuela Stenkulaskolan en Malmo, Suecia, donde el 98% de los estudiantes hablan sueco como segundo idioma, los maestros han visto un aumento del 80% en las calificaciones de matemáticas desde que comenzaron a enviar a casa videos instructivos similares, grabados en sueco por un profesor.
Y en la escuela St. Cyres de Penarth, Gales, los estudiantes de la generación 2018 de inglés como lengua adicional que trabajan con iPad aumentaron sus calificaciones en un promedio de 3.8 puntos durante el año, superando por tercer año consecutivo a sus compañeros que hablan inglés o galés como su lengua materna.
En mayo, Apple anunció que el Fondo Malala se asociaría con la escuela de formación profesional Simplon para enseñar el lenguaje de programación de Swift a grupos desprotegidos en Francia, con un nuevo enfoque en las mujeres jóvenes refugiadas y desplazadas. El plan de estudios de Programación para Todos de Apple les ayudará a adquirir las habilidades prácticas necesarias para iniciar una carrera en el desarrollo de software. Apple proporcionará financiamiento para la contratación y formación de profesores, así como para dispositivos, incluyendo el iPad.
A Kyriakidis y Hadjeri les hubiera encantado tener en su juventud el acceso a la tecnología y el apoyo que se ofrece hoy en día. Cuando eran niños, ambos llegaron a Alemania sin hablar el idioma, y saben lo que es sentirse aislados en un nuevo lugar. Esta es también una de las razones por las que los estudiantes se sienten fuertemente conectados con ambos profesores, es un sentimiento recíproco.
“Son como mis hijos”, comenta Hadjeri, que en muchas ocasiones llegó a la escuela para darse cuenta que no estaba un alumno y luego enterarse que la familia había sido deportada. “Quiero ser alguien que les dé cariño, que les enseñe y los inspire. Alguien que les ayude a conseguir sus metas, eso es lo que siempre quise pero nunca tuve. Alguien que te diga… no te desanimes, algún día lo lograrás”.
Durante el último año, Medina y Mohammed han progresado tanto que este será su último semestre de clases DAZ con Kyriakidis y Hadjeri. Medina recientemente hizo una presentación sobre Napoleón en su clase de historia, creada en Keynote y hablada completamente en alemán. Espera algún día ser ingeniera, y su hermano, farmacéutico.
Mediante un traductor, Medina dice que fue feliz en Siria, pero que ahora aquí en Alemania, no sólo es feliz, sino que se siente segura.
Este artículo es la continuación de una serie que destaca a los profesores y estudiantes que utilizan tecnologías innovadoras en el salón de clases.
Imágenes de Wilhelm Ferdinand Schussler Day School