Recursos para la seguridad de los menores

Ayudar a los menores a evitar los riesgos de internet

ANAR dispone de recursos, consejos e información para que los padres puedan explicar a sus hijos cómo protegerse en internet.

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Explicar a los menores las implicaciones de compartir fotos y vídeos explícitos

Conversad con frecuencia sobre los riesgos que conlleva enviar y recibir fotos y vídeos explícitos.

Hablar con los menores sobre los riesgos de compartir fotos y vídeos de desnudos o de carácter sexual, lo que se conoce como sexting, puede evitar algunos problemas, como que se comparta una imagen sin permiso. Lo mejor es abordar el tema con tranquilidad y retomarlo periódicamente.

Si el niño o adolescente te cuenta que ha recibido o enviado una foto o un vídeo con desnudos o contenido sexual explícito, reacciona con calma y céntrate en cómo puedes ayudarle. Reconócele el valor que ha tenido al contártelo y dile que todo va a ir bien. Después, podéis ver cómo minimizar los posibles daños.

Nota: En algunas apps de Apple, las fotos y vídeos que puedan contener desnudos aparecen difuminados. Explícale esta función al menor y qué debe hacer si ve una foto o vídeo borrosos.

    • Explícale que no se deben enviar fotos ni vídeos en los que se enseñen partes íntimas del cuerpo: las que cubre un bañador o la ropa interior.
    • Dile que te avise si recibe una foto o un vídeo que estén borrosos o que le resulten incómodos.
    • Si te avisa de una foto o vídeo con contenido explícito o los ves en su dispositivo, reacciona con calma y hablad de por qué ese contenido es inapropiado. Dale las gracias por haberte avisado o por haber hablado del tema de forma sincera contigo. Después, podéis ver cómo borrar la foto o el vídeo.
    • Es normal que los niños tengan curiosidad por el propio cuerpo. Sin embargo, si muestran un interés continuo o excesivo por la desnudez y la sexualidad, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental.
    • Los adolescentes deben tener claro que hay delincuentes que se hacen pasar por chicos y chicas de su edad para intercambiar fotos y vídeos con desnudos o contenido sexual explícito. Los delincuentes utilizan este material para extorsionar sexualmente, lo que se conoce como sextorsión, exigiendo dinero o favores sexuales a cambio de no publicarlo o distribuirlo.
    • Si te enteras de que el adolescente ha recibido o enviado fotos o vídeos de desnudos, mantén la calma y averigua cuáles han sido las circunstancias. Si no se había solicitado la foto o el vídeo, es posible que le resulte perturbador y que esté circulando como parte de una situación de acoso.
    • En algunos casos, los adolescentes se ven presionados por otra persona para que compartan fotos o vídeos de desnudos. También hay veces en las que alguien tiene imágenes que se han enviado o distribuido sin el consentimiento de la persona que las mandó originalmente. Si el contenido se ha compartido sin consentimiento o hay una persona mayor de edad implicada, plantéate contactar con las autoridades.
    • Háblale al adolescente con delicadeza de los riesgos de enviar o recibir fotos o vídeos de desnudos. Por ejemplo, dile que quien los recibe puede acabar reenviándolos a otras personas por accidente o adrede, y que eso puede hacer que quien salga pase vergüenza, sea víctima de acoso o sufra otros perjuicios.
    • Es importante tranquilizar a los jóvenes si llegan a distribuirse sus fotos o vídeos. Aunque se pase mucha vergüenza, no se acaba el mundo, y todo irá bien porque hay personas como tú que pueden ayudarles.

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Trucos para que los más pequeños eviten los riesgos de internet

Descubre cómo hacer que la experiencia de los niños y adolescentes en internet sea segura y positiva.

Protégelos en internet:

  • Tú conoces a tu hijo mejor que nadie. Lo que funciona para algunos menores no funciona para otros, y eso depende de su edad y madurez, entre otros factores.
  • Muestra interés por las apps que usa y las webs que visita. Familiarízate con sus apps y juegos preferidos para saber por qué le gustan y para entender la plataforma y los ajustes de privacidad.
  • La comunicación es esencial. Háblale del tema de forma distendida en vez de aleccionarlo, y dile que puede acudir a ti si tiene algún problema. Asegúrale que no reaccionarás de manera desproporcionada y que antepones su seguridad a cualquier tipo de castigo.
  • Háblale de la seguridad y la privacidad, así como de la importancia de usar contraseñas complejas que sean diferentes entre sí y otros métodos de autenticación, como el reconocimiento facial o por huella dactilar.
  • Hazle entender los riesgos, como la distribución de fotos o vídeos íntimos o de desnudos, el acoso, la desinformación y el daño a su reputación. Puedes ser breve al hablar del tema, pero conviene retomarlo periódicamente. Déjale claro que, si pasa algo malo, puede contar contigo.
  • Puedes emplear herramientas como Tiempo de Uso para supervisar lo que hace con su dispositivo, pero hazlo como una experiencia de aprendizaje y cambia los controles conforme madure. Así aprenderá a utilizar la tecnología de forma responsable.

Grooming

Aprende a identificar el grooming y a hablar del tema con niños y adolescentes.

El grooming es una táctica de la que se sirven los agresores para entablar una relación con menores de edad y así manipularlos, aprovecharse y hacerles daño. Estas personas pueden entablar amistad con un menor para ganarse su confianza y abusar de él.

Quienes engañan de esta manera a los menores suelen ser pacientes, persistentes y buenos manipuladores. A veces, las personas que hacen grooming por internet ya conocen al menor en persona.

Protege a los menores hablándoles del grooming de una manera adecuada para su edad. Déjale claro a tu hijo que no es culpa suya si le hacen grooming.

Es crucial una comunicación abierta. Proteger a los menores del grooming es un proceso continuo, que les permitirá identificar las señales de advertencia y acudir a ti si pasa algo.

  • Aunque estas señales no siempre están relacionadas con el grooming, los padres deben estar atentos si el menor:

    • No quiere hablar de lo que hace en internet.
    • Enseguida apaga, esconde o cierra un dispositivo cuando alguien entra en la habitación.
    • Tiene regalos, dinero, drogas, alcohol u otras cosas de valor de origen desconocido.
    • Usa internet hasta tarde o a horas intempestivas.
    • Muestra signos de angustia, depresión, ira o miedo.

    Habla con tu hijo para ver si alguien en internet:

    • Le ofrece regalos.
    • Le habla de temas románticos o sexuales.
    • Le envía o pide fotos o vídeos de desnudos o con contenido sexual explícito.
    • Le saca temas muy personales e inapropiados.
    • Le pide que guarde secretos.
    • Intenta que se aísle de sus familiares o amigos.
    • Le pide continuar una conversación en una plataforma diferente.
  • Independientemente de la edad que tenga el menor, la mejor forma de saber si le hacen grooming y evitar que le hagan daño es hablar de ello juntos.

    • Pregúntale con frecuencia acerca de su experiencia en internet.
    • Explícale que hay personas que utilizan internet para hacer daño a los menores de edad. Puede que esas personas finjan ser amigas suyas y que le pidan hacer cosas inapropiadas.
    • Prométele que no te enfadarás si te cuenta algo malo o si comete un error. Las personas que hacen grooming se aprovechan del miedo al castigo para que los menores no informen del abuso.
    • Acordad unas normas y límites, como cuándo está bien interactuar con desconocidos en internet y cuándo no. Puedes emplear herramientas como Tiempo de Uso para supervisar la forma en que utiliza su dispositivo.
    • Explícale cómo denunciar, bloquear y silenciar cuentas en las apps que use.
    • Háblale de las prácticas de seguridad y privacidad en internet y de cómo cambiar los ajustes para aplicarlas.
    • Aclárale qué datos personales puede difundir en internet y cuáles no, y por qué.
    • Enséñale a diferenciar interacciones positivas de las que pueden llegar a ser problemáticas o peligrosas. Asegúrale que, si alguien le hace sentirse incómodo por la razón que sea, puede acudir a ti.

    Hablar del grooming con un niño pequeño:

    • Explica qué partes del cuerpo son íntimas y por qué, usando siempre el nombre correcto.
    • Dile que no hable con adultos a los que no conozca.
    • Háblale de la diferencia entre los secretos buenos, como no mencionarle a alguien la fiesta sorpresa que le van a montar, y los secretos malos, como no avisar a un adulto de su confianza cuando tenga miedo o se sienta amenazado.

    Hablar del grooming con un niño o preadolescente:

    • Practicad una situación en la que te cuente algo complicado. Elógialo por contártelo y dile que lo ayudarás.
    • Coméntale que no todos los niños son igual de vulnerables.

    Hablar del grooming con un adolescente:

    • Hablad del grooming de forma abierta sin llegar a provocar miedo.
    • Recuérdale que no todo el mundo es quien dice ser ni actúa pensando en su bien.
    • Reconoce que a su edad es normal querer explorar la sexualidad, pero dile que puede acudir a ti si se siente amenazado.
    • Recuérdale que tiene medios para ignorar, denunciar y bloquear a quien le haga sentirse incómodo.
    • Explícale que todo lo que suba a internet pueden copiarlo o compartirlo otras personas, ya sea de forma accidental o intencionada.

    Recuerda que tú conoces a tu hijo mejor que nadie. La manera en que abordes temas difíciles como este dependerá de su edad, nivel de madurez y otros factores, como su vulnerabilidad y estado emocional.

    Es posible que no quiera hablar de las relaciones que mantiene por internet y no sepa que es víctima de grooming. Déjale claro que, si le hacen grooming, en ningún caso es culpa suya.

Actuar frente al ciberacoso

Descubre cómo identificarlo y ayudar a los menores.

El ciberacoso es un tipo de acoso que se realiza en dispositivos digitales, como los teléfonos, ordenadores y tablets. Puede producirse vía SMS, aplicaciones de mensajería, chats, correos electrónicos, videojuegos, redes sociales, directos, fotos y vídeos. El acoso o bullying se suele definir como un maltrato verbal o físico perpetrado de forma agresiva y reiterada donde existe un desequilibrio de poder. No obstante, puede tener efectos igual de negativos cualquier forma de maltrato, como los insultos, las amenazas, las imitaciones, la propagación de rumores y la exclusión. Las imágenes con desnudos pueden utilizarse para acosar. El ciberacoso suele ir ligado al acoso físico en el centro escolar o el círculo social del menor.

No siempre es evidente que un menor sufre ciberacoso, y puede que no te lo cuente. Aunque no tienen por qué ser signos de ciberacoso, presta atención si a tu hijo le cuesta dormir, no quiere ir al colegio o instituto, muestra falta de autoestima o empieza a cambiar sus hábitos en internet, como mirar constantemente sus cuentas en las redes sociales o dejar de utilizar sus dispositivos cuando estás presente.

Todos los menores pueden sufrir ciberacoso, pero algunos son más vulnerables que otros. Es el caso de los miembros de grupos marginados como las minorías raciales o religiosas, los menores con discapacidad, los pertenecientes al colectivo LGBTQ+ o cualquiera que tenga un aspecto o forma de actuar diferentes.

Hablar brevemente pero de forma regular con tu hijo sobre su experiencia en internet puede animarle a acudir a ti en caso de sufrir ciberacoso. También es importante que tu hijo entienda que, si le pasa, no es culpa suya, y que tiene personas a las que acudir.

    • Mantén la calma, no reacciones de forma desproporcionada y no le eches la culpa. No suele servir de nada quitarle sus dispositivos.
    • Primero escucha. Averigua qué ha pasado y cómo se ha sentido. Dale tu apoyo.
    • Si alguien le envía contenido que le hace sentirse incómodo, puedes aconsejarle que no responda.
    • Anímale a usar herramientas como bloquear o silenciar la cuenta y denunciar el contenido a la plataforma donde haya tenido lugar el incidente.
    • Hablad de estrategias para acabar con el ciberacoso, y piensa en qué puedes hacer para que se recupere de esta experiencia y sepa superar futuras adversidades.
    • Incluye a tu hijo cuando intentes resolver el problema. El ciberacoso suele conllevar una pérdida de control en una situación social, e involucrar a tu hijo puede ayudar a superarlo.
    • En caso de duda, consulta al personal de orientación del centro, un docente u otra persona experta.
    • A veces los padres pueden empeorar la situación respondiendo públicamente. Las respuestas deben meditarse antes.
    • Si quien acosa a tu hijo por internet es otro menor, colabora con los padres y los responsables del centro escolar para corregir su comportamiento.
  • Tómatelo en serio. Que un menor acose por internet a otros puede ser indicativo de que le pasa algo, y eso podría desembocar en problemas aún más graves. Antes de decidir qué hacer, averigua por qué está actuando de forma hostil o agresiva.

    Las causas subyacentes varían, pero pueden ser algunas de estas:

    • Intentar encajar en un grupo que acosa a los demás.
    • Sufrir ansiedad, ira, depresión, falta de control, frustración o estrés.
    • Ser víctima de ciberacoso.
    • Sentir la necesidad de tener el control.
    • Llamar la atención.
    • No entender verdaderamente las repercusiones negativas del ciberacoso.

    Si tu hijo está acosando a otros menores, los padres y otros adultos de confianza podéis:

    • Averiguar qué le pasa al menor para determinar el motivo por el que se produce el ciberacoso. Tener en cuenta el estado emocional del menor, su grupo social y otros factores.
    • Hablar con el menor y explicarle cómo el ciberacoso puede afectar negativamente a los demás y al propio menor, y por qué no es adecuado. Explicarle la importancia de la amabilidad y la empatía, y del efecto que tienen en los demás.
    • Plantearos hablar con el personal de orientación del centro u otros profesionales para que os aconsejen y propongan estrategias.
    • Decirle al menor que el ciberacoso tiene consecuencias.
    • Pensar maneras en las que el menor puede reparar el daño que le ha hecho a la otra persona.

Busca apoyo emocional

ANAR presta un servicio gratuito a los adultos que necesiten orientación en temas relacionados con niños y adolescentes.

Consulta las líneas de ayuda de ANAR para familias y centros escolares

Denuncia

ANAR ofrece orientación sobre cómo informar a la AEPD de incidentes que afecten a tu hijo o hija y cómo solicitar la retirada de contenido difundido en internet.

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