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Fotografía de los miembros del equipo de liderazgo de Endel.
Endel, la empresa detrás de la app del mismo nombre que crea paisajes sonoros personalizados para ayudar a los usuarios a concentrarse, dormir y relajarse, fue fundada por seis creativos con ideas afines. Nadya Yurinova, directora de marketing de la empresa, se unió al equipo poco después de su fundación. Desde la izquierda: El director de diseño Protey Temen, Yurinova, el director de música Dmitry Evgrafov, el CEO Oleg Stavitsky, el director de datos Dmitry Bezugly, el director de tecnología Kirill Bulatsev y el director de producto Philipp Petrenko.
Oleg Stavitsky, CEO y uno de los seis cofundadores de Endel, no es el típico emprendedor tecnológico. Este experiodista de videojuegos se describe a sí mismo como un productor que reúne personas creativas y genera un entorno adecuado para que trabajen. “Sugiero una idea y luego doy un paso atrás”, comenta.
Stavitsky cita al músico y pionero del sonido ambiental Brian Eno, y las interacciones de su hija de tres años con la app Bloom de Eno que se lanzó en el iPad de primera generación en 2010, como inspiración. Al observar a su hija, quedó fascinado con los sonidos ambientales que resonaban a partir de los toques que ella daba en la app para crear su propia obra de arte. Inmediatamente supo que quería crear apps de arte digital para niños y decidió abandonar el mundo del periodismo para comenzar una empresa de desarrollo de apps.
Así, se propuso formar un equipo de entusiastas con ideas afines sobre el arte, la música y el sonido. El grupo fundador incluye al director de música Dmitry Evgrafov, un compositor neoclásico; al director de diseño Protey Temen, un artista visual contemporáneo; al director de datos Dmitry Bezugly; al director de tecnología Kirill Bulatsev y al director de producto Philipp Petrenko. “Es un colectivo de personas muy diverso, y resultamos ser muy compatibles”, explica Stavitsky.
La sorpresiva composición del equipo fundador de Endel (Stavitsky enfatiza que se trata más de un colectivo de artistas que de un equipo tradicional de desarrolladores de apps) proporcionó una cierta sinergia en torno al poder del sonido. La primera incursión del colectivo en el desarrollo de apps fue BUBL, un paquete de apps de arte digital para niños que combinaban diseño abstracto, sonidos y una interfaz de usuario cuidadosamente diseñada, que se lanzó en el App Store en 2013. “Era como si las pinturas de Wassily Kandinsky hubieran cobrado vida”, cuenta Stavitsky.
“Siempre me fascinó la correlación entre el color, la forma y el sonido”, continúa. “Eso tiene mucho que ver con Kandinsky, que es uno de mis pintores favoritos, y al mismo tiempo con compositores minimalistas de los 70, como Brian Eno, Philip Glass y Steve Reich. Así que incluso para nuestras apps de BUBL creamos un montón de tecnología que generaría composición musical en tiempo real y dependía de lo que el usuario estuviera haciendo en la app”.
La app Endel en modo Relax en el Apple Watch Series 6.
Endel ganó el premio Mejor app del año para el Apple Watch, cuando se entregó por primera vez en 2020.
Endel es la evolución natural de esas primeras apps de arte digital, y da vida a sonidos ambientales personalizados, contextualizados y en tiempo real en el iPhone, iPad, Mac, Apple Watch y, próximamente, Apple TV.
“Pensamos: ¿qué tal si tomamos esas ideas, las llevamos a los 70 y las combinamos con tecnología moderna?”, describe Stavitsky. “Estamos rodeados de dispositivos increíbles colmados de información que nos pueden ayudar mucho. ¿Por qué no aprovecharlos y llevar las ideas de Brian Eno y los compositores minimalistas de los 70 al siguiente nivel?”
Lo que realmente distingue a Endel de otras apps de música o sonido es que depende tanto de la creatividad como de la ciencia. Los cofundadores de Endel sabían que para generar un experiencia personalizada era necesario contar con cierta información del usuario. Entonces, se propusieron diseñar un prototipo para una experiencia de app nativa para el Apple Watch y usaron datos del entorno del usuario, como el clima, la frecuencia cardiaca y la exposición a la luz natural, para crear un paisaje sonoro exclusivo para ese individuo. La app se convirtió en la primera en ganar el premio Mejor app para el Apple Watch del año en 2020 y tiene en la actualidad más de 300 mil suscriptores mensuales activos.
Hoy, Endel cuenta con un equipo de 30 personas con sede en Berlín, una segunda oficina en Moscú y otros miembros repartidos por Lisboa, Londres y Los Ángeles.
En mayo se celebra el Mes de Concientización sobre la Salud Mental en Estados Unidos. ¿Qué papel crees que desempeña el sonido para mantener un estado cognitivo positivo?
Oleg Stavitsky: Suelo decir que, como el mundo está tan loco ahora, las personas se están casi automedicando con sonido. Con tantas listas de reproducción que hay por ahí, las personas literalmente buscan formas de poder terminar su día y proteger su estado cognitivo. Por eso hay tantas listas y videos de YouTube. Y por eso existe Endel, un proyecto creado específicamente para ese tipo de uso: Está diseñado científicamente para ayudarte a alcanzar cierto estado cognitivo.
Cuéntanos un poco sobre la ciencia que hay detrás. Hace poco se asociaron con la empresa de datos neurocientíficos Arctop y encargaron un estudio que usa la tecnología para medir y analizar en tiempo real los datos de las ondas cerebrales. ¿Qué es lo que descubrieron y qué nos dice de la forma en la que las personas consumen sonido hoy en día?
OS: El resultado del estudio fue un gráfico interactivo donde se puede hacer un acercamiento segundo a segundo y ver dónde comienza un fragmento del paisaje sonoro o la lista de reproducción y cómo reacciona el cerebro del usuario. Pudimos rastrear la actividad cerebral de las personas y vimos que cuando escuchaban una lista de reproducción estática, aparecía una determinada canción que les funcionaba, pero luego comenzaba otra canción que ya no generaba lo mismo. Durante esta transición entre la canción que termina y la siguiente, hay una caída natural en la concentración al comenzar la nueva canción. Si pensamos en sonidos para la concentración, lo que hay que lograr es llevar lentamente a las personas a esa zona. Hay mucha música que funciona para eso, el tema es poder mantenerlas allí. Eso es lo más importante, y para ello se necesita constancia. Hay que monitorear a las personas y observar sus datos biométricos en tiempo real para mantenerlas en la zona de forma constante. Entonces, en el caso de Endel no es que los picos de concentración son muy altos, sino que la constancia de la concentración es mucho mayor de la que obtendría alguien con una lista de reproducción estática.
Endel ha tenido colaboraciones artísticas de la mano de músicos electrónicos como Grimes y Richie Hawtin (también conocido como Plastikman), pero está cambiando el rumbo con la próxima colaboración: el filósofo Alan Watts. ¿Por qué?
OS: Aunque Alan Watts murió en los 70, nos hemos puesto en contacto con su hijo, quien dirige la Fundación Alan Watts. Este es un proyecto que me apasiona. Obtuvimos los derechos para dos de sus charlas más importantes: “World as Play” (El mundo como juego) y “Pursuit of Pleasure” (La búsqueda del placer”). Estas charlas son relevantes para nuestro tiempo. Alan habla sobre la importancia de bailar a lo largo de la vida, de ser ondulante, fluido y flexible. Habla sobre la relatividad: que no puedes conocer lo bueno si nunca experimentaste lo malo, por qué es crucial que un lado siempre respete al otro, que el mundo no es blanco o negro. Considero que estas nociones son muy relevantes para el mundo intenso, sobreestimulado y polarizado en el que vivimos.
¿Cómo llegaste a obsesionarte tanto con el sonido?
OS: Todos estamos obsesionados con la música, en particular la música ambiental, porque, como bien lo dijo Brian Eno, es tan imperceptible como interesante. Ni siquiera te das cuenta de que está ahí. Simplemente crea un ambiente que te hace sentir bien, pero no te llama la atención, no pierdes energía mental para procesarla. Se podría decir que ahora tengo una especie de trastorno profesional. Todo es un paisaje sonoro. Te sientas en algún lugar y escuchas lo que sea: un tren que arranca, una puerta que cruje, un niño que llora. Inmediatamente, todo se fusiona en un paisaje sonoro para mí. A veces quiero deshacerme de eso, pero es imposible. Todo es música para mí ahora.
¿Cuál es el valor de brindar una experiencia que atraviesa varios dispositivos en la vida de un usuario?
OS: Puede seguirte a todos lados durante el día, en tus distintos dispositivos y, a veces, casi ni lo oyes. Lo que hago a menudo es poner a Endel en modo Relax. Luego activo el modo Ambiente en mis AirPods Pro y sigo con mi día. Hablo con otras personas, compro café, interactúo con otros, pero al mismo tiempo estoy recibiendo microdosis de Endel, como me gusta decirle. La forma más sencilla de controlar tu entorno es a través del sonido. Es muy poderoso, y es muy fácil cambiar tu contexto. Fue algo evidente para nosotros. La idea es que comiences usando Endel en tu iPhone y salgas a correr. Luego, lo tienes en tu Apple Watch. Vas a la oficina y activas el modo de cancelación de ruido, y luego te preparas para concentrarte en una sesión de trabajo en la Mac. Ahí es cuando Endel se pone en primer plano y te blinda de todo lo que te rodea. Cuando vuelves a casa y dices “Oye Siri, me quiero relajar”, aparece en tu Apple TV. Esta es mi visión final para Endel: un paisaje sonoro que siempre está activo.
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Imágenes del equipo de Endel y la app

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