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30 octubre 2018
El mundo secreto de la Mac mini
El poder detrás de Dierks Bentley, Peter Pan y las apps en tu bolsillo
En el momento en que explota la voz de Dierks Bentley en la noche de California, cobra vida Mountain High en el Anfiteatro Shoreline de Mountain View. Mountain High es el nombre de la última gira de este músico que supo obtener 14 nominaciones a los premios Grammy, una gira que no habría sido posible sin la Mac mini.
La Mac mini fue presentada por Apple como una computadora de escritorio más pequeña y accesible en 2005, y desde entonces se convirtió en la favorita de los desarrolladores de todo el mundo por su poder y versatilidad para todas las etapas del proceso de desarrollo de apps, desde la concepción de la idea hasta la prueba, e incluso en la simulación a gran escala. Como resultado, jugó un papel fundamental en la creación, el desarrollo y el perfeccionamiento de algunas de la apps más populares del mundo.
“Candy Crush, Shopify, Day One: muchos de nuestros juegos y apps preferidos se ejecutan en la Mac mini. Sin duda es la navaja Swiss Army de las computadoras” explica Brian Stucki de MacStadium, que administra casi 8,000 sistemas de Mac mini en centros de datos compartidos para una amplia gama de desarrolladores, desde pequeñas empresas innovadoras hasta algunas de las empresas más grandes de la lista Fortune 500.
Pero la versatilidad de la Mac mini va mucho más allá. Ha sido la responsable de llevar innovación a tiendas minoristas, herramientas a hospitales e imaginación a parques de atracciones. No hay nada que esta pequeña computadora no pueda hacer.
Muchos quizá se sorprendan, pero la Mac mini también hace posibles muchas de las experiencias musicales y artísticas más extraordinarias del planeta. Hay todo un mundo secreto detrás de los conciertos multitudinarios y los escenarios de Broadway. Y si uno mira con atención, probablemente vea una Mac mini, funcionando a pleno para garantizar que todo salga bien, incluso la magia.
Y allí en Mountain View, mientras el público canta al son de las canciones de Bentley, el técnico de guitarra Carlos Gutierrez está detrás del telón con una de las 18 guitarras de la banda en sus manos y los ojos fijos en el monitor. Ante el más mínimo problema con los receptores inalámbricos conectados a alguna de las guitarras, el software se lo informará. Y ese software se ejecuta en una Mac mini.
“Si Dierks está frente al público y recibo un alerta de que está cayendo la señal inalámbrica de su guitarra, la puedo ajustar para evitar problemas”, explica Gutierrez. “Y siempre usé una Mac mini para eso. De hecho, hace cinco años que uso la misma y jamás tuve un inconveniente”.
Más temprano, mucho antes de que Bentley tocara el primer acorde, los técnicos de audio Cody Seaver y Thomas McNabb habían estado trabajando para armar, o “colgar”, como se dice en la jerga, el enorme muro de 60 bocinas del escenario. Una vez que estuvieron listos, llegó la hora de la verdad.
“Casi no nos metemos con lo que hace la Mac mini en toda la gira, lo que habla muy bien de la Mac mini”.
En la cabina de audio que queda en el centro del Anfiteatro, el técnico de sala James “Pugsley” McDermott libera toda la potencia del sonido con sólo presionar un botón.
Sus ojos no se apartan del software que ilustra el funcionamiento de las bocinas. Después de la primera prueba, McDermott hace sonar algunas de sus canciones favoritas, las mismas que usa desde hace 13 años, cuando empezó a trabajar con Bentley, que le dicen si todo suena como debe sonar. Sus herramientas, tanto el software como la equalización del sonido, están en manos de una Mac mini.
“La Mac mini es una herramienta clave para mí; es la base de todo”, explica McDermott. “La uso para generar el mismo archivo de audio de alta resolución todas las veces, y genera la representación gráfica de lo que esta pasando [con el sonido] en el lugar, para que pueda ajustar perfectamente el sistema para cada show”.
Al finalizar el show de esta noche, el equipo guarda los equipos para la próxima escala de la gira. La supervisión está a cargo de Jay Ballinger, gerente de producción, que lleva más de una década trabajando con Bentley y considera los productos de Apple, especialmente la Mac mini, elementos esenciales de su trabajo.
“Casi no nos metemos con lo que hace la Mac mini en toda la gira, lo que habla muy bien de la Mac mini”, explica Ballinger. “Y si cuentas los programas que usamos que se ejecutan en la MacBook Pro, no me cabe duda de que la industria musical no podría sobrevivir en el mundo de hoy sin los productos de Apple: cambian el juego por completo”.
Faltan pocas horas para la primera presentación de la gira de la producción de Broadway Finding Neverland en Grand Rapids, Michigan, y la orquesta ya se prepara para la prueba de sonido. Adema de la media docena de músicos y el director de orquesta, alguien más trabaja con un instrumento distinto: una Mac mini.
Enrico de Trizio forma parte de una nueva generación de diseñadores de música electrónica que transformaron el sonido de Broadway. Junto a su colega Jeff Marder, con quien ha compartido varios shows, incluido Finding Neverland, son directores, técnicos de sonido y programadores al mismo tiempo. Y usan una Mac mini para ejecutar un software en ciertas secciones del show que no se pueden cantar o actuar en vivo.
“Logra combinar versatilidad y potencia, con los estándares de Apple”.
De Trizio elige la Mac mini porque es la única alternativa que cumple todos sus requisitos. “Es pequeña, increíblemente poderosa y tiene una conectividad increíble: no necesitamos hubs ni adaptadores porque tiene tantos puertos distintos que se puede conectar todo directamente”. “Logra combinar versatilidad y potencia, con los estándares de Apple”.
Una vez concluida la prueba de sonido, con todo funcionando sin problemas, de Trizio se va de la fosa de orquesta. No volverá a tocar el equipo hasta el final del show.
Finding Neverland es la historia verídica de cómo J.M. Barrie concibió el fantástico mundo de Peter Pan. El público se embarca en una travesía que flota entre la vida real del autor y el mundo de su imaginación. Y para que esa imaginación cobre vida se necesitan muchos efectos de sonido: desde el tic-tac de un reloj y truenos, hasta el ruido de cañones y la campana de Campanita. Todo ello es posible gracias a la Mac mini, que ejecuta las órdenes del director de la orquesta durante todo el show.
Casi al final de la función, Campanita esparce su polvo de hadas, y Wendy y Peter se toman de las manos en el escenario y se preparan para tomar vuelo. En la fosa de orquesta a sus pies, la música aumenta en intensidad para luego silenciarse casi por completo, y el director activa un dispositivo sobre su teclado.
En este momento, la función de la Mac mini es tomar el lugar de un personaje muy especial, en un momento muy especial. Y se escucha la voz de Peter Pan: “Y si cierro los ojos, encontraré el país de Nunca Jamás”.
Sin más, Peter y Wendy salen volando hacia el cielo, Barrie encontró su historia, Peter encontró su voz y todo el público encontró el país de Nunca Jamás.
Con las últimas innovaciones de Apple, la Mac mini fue renovada por completo para que una nueva generación de usuarios pueda reinventar los límites de lo posible con esta pequeña computadora de gran versatilidad. Desde la app que descargarás en unos días hasta el show que verás en unos años, la Mac mini es el motor detrás del futuro de la innovación.
Por supuesto que la magia está en manos de ustedes: los creadores, inconformistas y rebeldes.
Imágenes de las producciones de Dierks Bentley y Finding Neverland